En Alemania, los camiones y autobuses de segunda mano ofrecen un alto grado de seguridad. Así lo confirman los datos de TÜV Rheinland. Según datos de la organización, los inspectores de TÜV comprobaron que solo el 10,6% de los vehículos de entre 7,5 y 18 toneladas presentaba importantes deficiencias a partir del segundo año. A los cinco años, la cuota se eleva al 18%. En cuanto a los camiones de más de 18 toneladas, el 11,8% de los vehículos de un año presentaba defectos de importancia considerable; a los cinco años, el 19,5%.
Los camiones usados tienen menos defectos que las furgonetas
El porcentaje de camiones pesados de segunda mano con defectos tras cinco años era menor que el de las camionetas (20,7%) y el de las furgonetas hasta 7,5 toneladas (24,6%), a pesar de que el kilometraje de los camiones pesados era aproximadamente cuatro veces superior. Según información facilitada por TÜV, se debe principalmente a que los camiones de segunda mano para larga distancia deben estar en perfectas condiciones, por lo que se someten a mantenimientos preventivos.
En lo que a defectos se refiere, los verdaderos niños modelo fueron los autocares y los autobuses urbanos. En esta clase, solo se encontraron defectos considerables en el 16,4% de los vehículos de más de cinco años. La proporción de autobuses considerados no aptos para el transporte descendió hasta la minúscula cifra del 0,1%.
Las luces: el talón de Aquiles de los camiones usados
La mayoría de los defectos que se encontraron durante la ITV en los camiones usados estaban relacionados con las luces. Casi la cuarta parte (23,9%) de los vehículos industriales de más de cinco años debe repetir la inspección por este motivo. Los autocares, con apenas el 20%, vuelven a arrojar los mejores datos en este sentido. No obstante, este porcentaje se debe también al hecho de que los autobuses, por ley, deben inspeccionar la iluminación durante los controles previos al viaje.