En el año 2012, con la normativa Euro 5, la Fiat Scudo salió al mercado. El cambio de Euro 4 a Euro 5 implicó ciertos cambios en los accesorios más pequeños y más grandes. Incluso el motor de mediana potencia —el 120 Multijet— presentó un sucesor: 130 Multijet.
En la prueba de la revista especializada «trans aktuell» realizada en el año 2012, el nuevo motor —con ocho caballos más que su predecesor— mostró su lado más dispuesto al rendimiento. La furgoneta aceleró desde 0 con potencia, haciendo dudar a los probadores si el par indicado de 300 Nm no se debía quizás a un error en la medición. Gracias a este par, también resultan cómodos los desplazamientos en autopista. En la larga sexta marcha, la Scudo circula cómodamente y permite acelerar en llano cuando se quiere adelantar. Pero solo alcanza 170 km/h, no porque le falte potencia sino porque Fiat, demostrando un gran tino, ha limitado el vehículo.
Fiat Scudo con unos valores de consumo satisfactorios
Los valores de consumo durante la prueba del 130 Multijet resultaron satisfactorios. Con un consumo normalizado, el motor casi 40 CV más potente se encontró al nivel del 90 Multijet. El consumo combinado de 6,8 litros colocó a la Scudo en el rango de sus competidores con una potencia similar.
Cuidado en las curvas que se toman en primera o segunda. Con las ruedas ligeramente viradas, el par es suficiente como para que las ruedas delanteras patinen. Entonces, la Scudo —como otros vehículos de tracción delantera— empuja con el eje delantero para salir de la curva, lo que puede tener consecuencias desagradables si la calzada está húmeda.
La dirección de la Fiat Scudo es ligeramente dura
La dirección de esta furgoneta prácticamente similar a la Citroën Jumpy y la Peugeot Expert podría ser algo más blanda. En opinión de los probadores de «trans aktuell», la dirección resulta pesada en el tráfico urbano. En esas condiciones, también repercute negativamente la complicada caja de la furgoneta italiana. Durante la prueba apenas se pudo cambiar de marcha con rapidez y precisión. Y a pesar de la frecuencia con la que los probadores tuvieron que cambiar de marcha, no se terminaron de acostumbrar a la caja, lo que contribuyó a que de vez en cuando se equivocaran de marcha. Por ello, en ocasiones se cuela la tercera al intentar arrancar, evidentemente sin éxito.
En las rondas de prueba provocaron cierta sorpresa los espejos exteriores. De ahí que la Scudo venga con una espejo de dos piezas, con un espejo regulable normal y con un espejo panorámico estático. Según el tamaño del conductor y la posición del asiento, pese a los dos espejos superpuestos siempre hay un ángulo muerto. Esto es algo que cada conductor debería comprobar una vez se ha sentado correctamente. El fabricante habría podido ofrecer otra alternativa: un espejo panorámico regulable que permitiera ver toda la zona junto al vehículo. Así se incrementaría la seguridad durante los viajes en carreteras de varios carriles con la dinámica furgoneta.
