En las furgonetas eléctricas como la Vito E-Cell de Mercedes-Benz, el tema gira siempre en torno a dos cosas: alcance y carga útil. Durante la prueba de la revista especializada «trans aktuell» realizada en el año 2012, la furgoneta llegó a ofrecer un alcance de 100 km por carga de batería y una carga útil de entre 700 y 750 kg, según el peso del conductor.
Así que ¿por qué motivos debería adquirir una empresa un vehículo como la Vito E-Cell? En opinión de los probadores de «trans aktuell»: porque, debido al aumento de los precios del combustible, no hay muchas alternativas a largo plazo a los motores de energías renovables.
Vito E-Cell no puede negar su procedencia
Pero ¿de qué es capaz en la práctica la Vito E-Cell? El habitáculo de la furgoneta eléctrica es típicamente Vito. El instrumento combinado solo se diferencia en algunos detalles de la variante con motor de combustión. Es necesario acostumbrarse al manejo de la calefacción incorporada. En la E-Cell, el conductor debe antes conectar un calentador adicional. Entonces, un calentador de inmersión calienta el agua encargada de templar el aire del ventilador. También hay que accionar un interruptor especial para el ventilador. El motivo de esta solución caprichosa: el motor no produce calor suficiente como para calentar el interior del vehículo.
A cambio, la dinámica de conducción de la Vito E-Cell causó una buena impresión entre los probadores. En el trayecto de prueba de «trans aktuell», en el municipio suabo de Münsingen, el comportamiento en carretera de la E-Cell logró convencer. Con un par de unos 280 Nm, el vehículo está equipado para el tráfico urbano. Dado que prácticamente ningún conductor se metería en la autopista con un Mercedes eléctrico, no supone ningún problema que la Vito se cierre en banda al alcanzar los 90 km/h. Hasta esta velocidad, el chasis también parece ser cómodo.
La buena adherencia a la carretera de la Vito E-Cell convence
En lo que respecta a la adherencia, el peso de las baterías, distribuido uniformemente sobre el piso, ejerce una influencia positiva, opinan los expertos. No obstante, el conductor no debería conducir demasiado tiempo a máxima velocidad, puesto que la carga generada del motor tiende a vaciar las dos baterías. Pero seguro que eso es algo infrecuente siempre que el propietario limite el uso de este vehículo ecológico al tráfico urbano.
Aunque, desde luego, para aprovechar al máximo la carga de las baterías cuando se circula por ciudad con la furgoneta eléctrica es necesaria cierta práctica. Hasta entonces, el conductor debería procurar no conducir con plena carga. Para ello, resulta de gran ayuda el indicador de carga, colocado en el lugar habitual del cuentarrevoluciones. La recuperación durante las frenadas compensa parcialmente la energía consumida. También se pueden recargar así las baterías en las pendientes hacia abajo. Lo único que hace falta es levantar el pie del acelerador.
Un cliente regular de la caja de enchufes
Independientemente del estilo de conducción, la E-Vito debe enchufarse a intervalos regulares. Por ello, deberían planificarse cuidadosamente los recorridos. Porque: cuando se vacían las baterías, el vehículo se queda al menos cinco horas fuera de la pista, por supuesto, siempre que se disponga de un enchufe de 400 voltios. Con los enchufes domésticos habituales, de 220 voltios, el tiempo prácticamente se duplica.
La movilidad eléctrica en el día a día funciona siempre que se disponga de una buena infraestructura. Mientras que los vehículos con motores de combustión pueden repostar prácticamente en cualquier momento, los conductores de vehículos eléctricos deben planificar muy bien sus recorridos. En Alemania hay alguna que otra estación de carga, pero no todas suministran una tensión de 400 voltios y muy pocas disponen de los enchufes que suelen llevar estos coches: Mennekes 2. Resultan de ayuda los denominados home-charger, puntos de carga para el hogar o la empresa. Comparativamente, los equipos son pequeños, fáciles de montar y de manejo sencillo. En opinión de los expertos hace unos dos años, lo único que puede asustar es su precio de casi 2.000 euros por equipo.
