VW Caddy 1.6 Bifuel a prueba

VW Caddy 1.6 Bifuel a prueba
Foto: EuroTransportMedia

El VW Caddy 1.6 Bifuel con conversión a autogás cuesta 1.800 euro más que el 1.2 TSI. ¿Nos permite burlar así los precios de la gasolina? Esto es lo que La revista especializada «FIRMENAUTO» probó en la primavera de 2012.

El momento era bueno porque, en aquella época, los precios de la gasolina solo apuntaban en una dirección: en picado hacia arriba. Y parece que el autogás merece la pena: desde luego es barato y ya en 2012 había en Alemania más de 6.000 lugares para repostar. Por tanto, motivo suficiente para analizar con detenimiento el VW Caddy Bifuel.

VW Caddy 1.6 Bifuel con motor de gasolina MPI

El motor empleado en la prueba fue el motor propio de gasolina MPI, adaptado para autogás y con una cilindrada de 1,6 litros. En aquellos momentos, el cliente podía escoger entre el
1.2 TSI con 102 CV por 15.190 euros y el Gas-Caddy de 98 CV. En opinión de los probadores, no resulta excesivo pagar un suplemento de apenas 1.800 euros por la conversión a gas. Al contrario: para la conexión del depósito, los instaladores independientes suelen hacer un orificio en la parte trasera de la carrocería. VW, por el contrario, oculta los empalmes para el gas y los protege correctamente bajo la tapa del depósito. También integra limpiamente el indicador del depósito en los instrumentos.

Hasta aquí, perfecto. Pero ¿cómo se conduce la VW Caddy 1.6 Bifuel? Durante la prueba, el motor trabaja casi directamente con GLP. Según los expertos, la Caddy trabaja mejor con gas que, por ejemplo, la Skoda Octavia Combi, que tiene el mismo motor (se nota el menor peso de la furgoneta). El VW se desplaza por ciudad a bajas revoluciones, navegando tranquilamente entre el tráfico.

No es un deportivo, pero es económica

Los redactores especializados no disfrutaron tanto de la travesía por autopista: a partir de 120 km/h los ruidos en la cabina se volvieron incómodos, con un motor que superaba las 4.000 revoluciones. No es por tanto de extrañar que los probadores echaran en falta una sexta marcha. En su opinión, hay que pensarse muy bien los sprints para adelantar, la Caddy solo consigue agilidad a una velocidad alta si se reduce la marcha. En quinta, necesita casi 23 segundos para pasar de 60 a 100 km/h, una eternidad.

A cambio, la VW Caddy 1.6 Bifuel triunfa en cuanto a los costes de repostaje. En el trayecto de prueba normalizado, la furgoneta tuvo un consumo de 10,9 litros de GLP a los 100 km, lo que tiene un coste aproximado de 8,30 euros. Esto volvió a alegrar a los probadores.

Quien no necesite cargar mucho y suela moverse por ciudad, encontrará un buen aliado en la 1.6 Bifuel. Más barata que un diésel y el precio adicional (sobre la ágil 1.2 TSI) se amortiza en unos 50.000 km.


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